Juan Pablo Duarte
Fuente: Henry santana
Los colores patrios se ponen de fiesta. El legado de Juan Pablo Duarte, Francisco de Rosario Sánchez, y Matías Ramón Mella, el de los héroes que defendieron en los campos de batalla el honor de la República y el de las mujeres que protegieron con sus vidas los secretos trinitarios se alzan entre los muros centenarios de la ciudad y los pueblos dominicanos. Compás de las ondas del pabellón tricolor y al grito de ¡Dios, Patria y Libertad! Celebramos la Dominicanidad.
En los ejemplos de Duarte, Sánchez y Mella se encuentra la guía para seguir proclamando una República Libre y Soberana.
Tras cumplirse el pasado 27 de febrero 166 años de la independencia nacional, la gesta histórica más importante de República Dominicana, el fruto de los padres de la Patria debe estar presente más que nunca en la mente de los dominicanos, de manera que los intereses antinacionales que a lo largo de la historia han intentado debilitar la nación, no consigan apagar el orgullo patrio.
Crear las condiciones que permitan seguir llamándonos, con orgullo, dominicanos es la consideración del historiador Alejandro Paulino. Abunda hay tiempo de lograrlo, pese a que no le parece que la República Dominicana de hoy fuera la que quisieron proclamar Duarte, Sánchez y Mella, “aunque en ella está integrada una parte de su sueño en cuanto a nación libre, soberana e independiente” razona.
“Sabemos que los intereses antinacionales y conservadores presentes en aquella jornada libertaria de 1844 y más recientemente, se impusieron corrompiendo su gran esfuerzo y propiciando regímenes que debilitaron la nación anhelada por ellos”, indicó, y recuerda cómo los patricios fueron exiliados a perpetuidad, mientras otros insistían en entregar la patria a potencias extrajeras, de cómo muchas veces esos malos dominicanos arriaron la bandera tricolor diseñada por Duarte, bordada por Concepción Bona y enhestada por Sánchez en la Puerta del Conde la noche del 27 de febrero de 1844.
“Por eso pienso que en la génesis de lo que fue la República y en las luchas que ha enfrentado a los nacionalistas contra los entreguistas a través de la historia subyace la trascendencia de Juan Pablo Duarte y sus compañeros en su proyecto inconcluso, la guía indiscutible para volver a proclamar una República Dominicana libre, soberana, independiente y en la que todos actuemos apegados a la Constitución y las leyes”, manifestó Paulino.
¿Dónde está esa guía? Se encuentra en el ejemplo de Sánchez y Mella, pero especialmente en Duarte, afirmó el historiador, “en su pensamiento democrático, su defensa a las libertades públicas, su creencia en la libertad de culto y de los ideales republicanos. Un Duarte que fue justo y honesto, pero en especial por su afán en propiciar el apego a la Constitución y las leyes, y todo esto está contenido en su proyecto de constitucional que contiene los fundamentos de la nación que él nos propuso, pero que todavía no termina de construirse”.
Levantar los sueños
Alejandro Paulino, quien es miembro de la Academia Dominicana de la Historia, observar lo que está pasando en el país a nivel de lo moral, ético, religioso, corrupción y en especial el desconocimiento y la no aplicación de la Constitución y las leyes, es suficiente motivo de luchar permanentemente a fin de imponer y hacer realidad el sueño de los patricios
Advierte, también, sobre el problema de la enajenación de los patrimonios como nación, entendiéndolos como las riquezas del pueblo dominicano, y el que para Duarte no podía formar parte ni patrimonio de familias, de personas o naciones extrañas.
Y consideró que en el pensamiento y acción de Sánchez y Mella y los Trinitarios, condensando en el proyecto Duartiano, la República que él soñó, su ejemplo como hombre, la honestidad con que vivió, su entrega a la lucha por la democracia, la democracia, la independencia y la soberanía, el respeto a las creencias ideológicas y religiosas, fue y sigue siendo un reto para todos los dominicanos.
“Es más, yo creo que con sólo hacer cumplir la Constitución y las leyes, además, de preservar nuestra nación, estaremos creando las condiciones para seguir llamándonos, con orgullo, dominicanos”, opinó.
Fuente: Listín Diario, 26 febrero, 2010.